Publicación de estudio UNAM

El Centro de Análisis Multidisciplinarios de la UNAM se dio a la tarea de analizar (entre otros temas) el impuesto a las bebidas azucaradas y publicó el estudio “México: explotación al tope y efecto social de la deuda” que revela lo siguiente:
La mayoría de los mexicanos complementa sus alimentos con otros de menor calidad pero con un alto contenido calórico, por eso es que 3 meses después de haber implementado el impuesto, la venta de refrescos incrementó en 9.8% sus ventas en centros de abarrotes.

El mayor número de consumidores de refrescos se encuentra entre los que tienen menores ingresos. Por lo tanto, las familias cuyos ingresos se encuentran entre 1 y 3 salarios mínimos consumen el 57.5% de bebidas y productos altos en calorías para poder soportar el incremento en las jornadas de trabajo. Las familias cuyos ingresos se encuentran entre 4 y 5 salarios mínimos su consumo es de 23.4%.

En suma, el 80.9% del consumo de refrescos se registra entre los trabajadores que ganan entre 1 y 5 salarios mínimos. Solamente el 16.5% se encuentra en los 6 y 8 salarios mínimos, los niveles de mayor ingreso no consumen este tipo de productos y consumen otros productos de mayor calidad y sin azúcares.

Aunado a ello, los trabajadores de oficina y de servicios incrementaron en 5% el consumo de productos con azúcar, debido a las largas jornadas y bajos ingresos.

 

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