El impuesto que fracasó
Justificándose en el grave problema de obesidad que atraviesa nuestro país, el gobierno impuso en diciembre de 2013 un cobro extra a las bebidas azucaradas. Su lógica fue: si la bebida azucarada sube de precio con un nuevo impuesto, dejarán de consumirla y entrará mayor recaudación a las arcas fiscales: casi 30 mil millones de pesos entre enero de 2014 y julio de 2015