«El próximo año los contribuyentes serán quienes mantengan a flote los ingresos del Gobierno»

A un día de que el Gobierno federal presente el paquete económico del próximo año y con él despeje dudas sobre los ingresos y el gasto, analistas consideraron que quedará en manos del fisco y los contribuyentes la salud de las finanzas públicas.

“La respuesta corta es sí, el próximo año los contribuyentes serán quienes mantengan a flote los ingresos del Gobierno, pero deberíamos hacernos a la idea de que eso es normal.»

“Creo que hay dos problemas: estábamos acostumbrados a que por los ingresos petroleros las presiones fiscales eran menos, pero el otro es que quienes pagan los impuestos no son todos”, opinó Héctor Villarreal, director del Centro de Investigación Económica Presupuestaria (CIEP).

Las autoridades, añadió, se encuentran en un verdadero predicamento, pues los ingresos petroleros estarán en niveles históricamente bajos y han prometido no aumentar impuestos ni recurrir a más deuda.

“Ante un escenario así quedan pocas opciones, harán una combinación de recorte en gasto, contención de inversión física y, desde luego, esperar que haya un esfuerzo importante del SAT por recaudar y que los contribuyentes paguen”, apuntó Villarreal.

Ricardo Arellano, presidente de la Comisión Fiscal del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP), coincidió en que las manos del Gobierno federal están parcialmente atadas y por ello, los impuestos serán la columna vertebral de los ingresos públicos en 2016.

“Esperamos que la recaudación vuelva a hacer la fuente más importante, el tema aquí es que el próximo año, ante la necesidad de recursos, se abre la oportunidad de incrementar la base de contribuyentes”, afirmó.

Según su estimación, el objetivo de recaudación de impuestos para el próximo año rondará los 2 billones de pesos, similar a la meta de 2015.

Esto, dijo, porque en realidad el Gobierno no cuenta con ingresos extraordinarios posibles el próximo año, dado el marco fiscal vigente.

En tanto, Mauro Leos, analista de calificación soberana de Moody’s, consideró que los limitados ingresos el próximo año tendrán efectos secundarios importantes más allá del impacto al gasto del Gobierno federal.

“Yo creo que el riesgo tiene que ver más con el crecimiento, van a tener menos con qué llevar a cabo a sus proyectos.

“Veo también un impacto en las empresas productivas del Estado, como Pemex, ya que sin ingresos extraordinarios el Gobierno federal difícilmente podrá ayudar a esas empresas a enfrentar el entorno tan difícil”, comentó.

Fuente: Diario Reforma citando los argumentos del Instituto Mexicano de Contadores Públicos

 

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